Una de las 11 mujeres que tuvieron encuentros sexuales peligrosos con Jorge Ignacio, el descuartizador confeso de Marta Calvo, asegura que temió por su vida y que se llegó a plantear que iba a morir en aquella cita.
Ella tiene 30 años y señala que contactó con este hombre a través de una página de citas. Según su relato, que publica 'Levante-EMV', ella no tuvo una llamada 'fiesta blanca' (sexo con consumo de cocaína y que, a veces, se aplica en los genitales), aunque si asegura que es consumidora de esta droga y, de hecho, declaró que había consumido grandes cantidades.
Lo que chirría en toda esta historia son los efectos que describen todas las víctimas de Jorge Ignacio: somnolencia con colapso de la consciencia, pérdida total de sensibilidad y entumecimiento extremo que les impedía hasta caminar.
Esos son unos síntomas que no provocan la cocaína y hace pensar tanto a las chicas como a los investigadores que Jorge Ignacio les habría suministrado una sustancia que les anulaba la voluntad. "Me envenenó", asegura esta joven que estuvo con él la madrugada del 26 de septiembre en la casa de Manuel.
De hecho, ella señala que cuando volvía en coche de ese pueblo le preguntó al propio Jorge Ignacio que si el hecho de haberle aplicado cocaína en las plantas de las manos y los pies le podía provocar la pérdida de conocimiento. Su respuesta fue clara: "Ese efecto lo podía causarlo algún tipo de veneno".
La víctima señala que en esa casa estuvo más de una hora inconsciente y que soñó "cosas que parecían muy reales": "Veía y escuchaba a familiares suyos que le decían que regresase, que no se quedase o que llorarían mucho". "Con la cocaína no te duermes así", señaló esta mujer, que apunta que está convencida de que le dio "algo que la dejó aturdida".
Otro dato revelador son los billetes con los que le pagó Jorge Ignacio tras el encuentro sexual: "Estaban pegajosos. A los días cogí varios para hacer pagos. Seguían pegajosos y al rato de tocarlos volví a sentirme mal. Los metí en una bolsa, la cerré y la llevé al banco. Le pedí a la cajera que los contara ella porque me daba tanto reparo que no quería volver a tocarlos".
Además, explica que estuvo 32 horas sin comer y 37 sin dormir después del encuentro sexual y fue al hospital porque sentía que "estaba a punto de colapsar", aunque la médico que la atendió no buscó ese tóxico. La última vez que supo algo de Jorge Ignacio fue la noche del 7 de noviembre, poco antes de quedar con Marta Calvo. Ella no respondió a su mensaje.
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