Novela gráfica, narrativa, novela negra, ensayo, ciencia ficción... Estos son los 6 imprescindibles de febrero (y si te perdiste los de enero, los tienes pinchando aquí).
'Camarón, dicen de mí', de Carlos Reymán y Raulowsky
La vida de José Monge da para serie, para documental e incluso para una novela gráfica.
Y así ha sido. El poeta y escritor de relatos Carlos Reymán se estrena en el guion de un cómic con un trabajo muy calculado. A través de unas pocas escenas de la vida del cantaor, 'Camarón, dicen de mí' va dibujando el perfil de un genio que no solo cambió la música de todo un país sino también la forma de sentirla.
Con dibujos sencillos pero efectivos del artista e ilustrador Raulowsky, esta novela gráfica editada por Desacorde Ediciones entra fácil y deja poso, como las canciones de 'La Leyenda del Tiempo'.
'Una historia ridícula', de Luis Landero
Marcial, encargado en un matadero, está resentido con toda la sociedad. Por supuesto, su grandilocuencia y su gran percepción de sí mismo también influyen en ese odio que siente. Por eso, cuando se enamora perdidamente de Pepita, una estudiante de Historia del Arte acomodada, su distorsionada percepción choca constantemente con las diferentes realidades que le rodean, llevando al lector a una constante sonrisa amarga.
Hay que darle gracias al dios de la literatura, por cierto, por tener a Luis Landero viviendo entre nuestros días, escribiendo en nuestro idioma. Pocos autores son capaces de jugar con las diferentes maneras de mirar de los personajes, sus diferentes verdades, para enfrentarlas hasta demostrar que todo lo que vivimos es, si se mira lo suficiente,una historia ridícula.
'Los nombres prestados', de Alexis Ravelo
Si ustedes son uno de esos lectores de novela negra que están hartos de que una desaparición/asesinato marque la primera página de la historia y una mujer policía con un oscuro pasado trate de resolver un caso que es más personal de lo que parecía en un principio, háganse el favor de leer a Alexis Ravelo.
Él siempre busca una manera diferente de enredarte en una historia sin salida aparente. Y en esta ocasión, no le hace falta ni enseñar muchos cadáveres. 'Los nombres prestados' juega constantemente con la cruda verdad que hay bajo las apariencias. Y el cristal que las separa se vuelve tan fino con el avanzar de las páginas que uno solo espera que todo estalle en mil pedazos al párrafo siguiente.
Una pasada de libro.
'Sicalípticas', de Gloria G. Durán
Y nosotros nos creíamos modernos. Modernas eran ellas, las 'Sicalípticas'. Un grupo de mujeres pioneras que utilizaron el cuplé y su popularidad para reivindicar el papel de la mujer en una sociedad que ni se planteaba que las mujeres pudieran tener papel alguno.
Un libro fascinante, con descubrimientos y anécdotas desternillantes a cada página, pero no de esas anécdotas que sirven para amenizar sobremesas de amigos, no. Sino con anécdotas de las que sirven para cambiarle el paso a todo un país y hacerle avanzar hacia el progreso y la igualdad.
'Tras esa montaña está la orilla', de Eva Cid
Ojo con la editorial Amor de Madre. Hace unos meses ya recomendamosuna obra suya mayúscula, 'Carcoma', de Layla Martínez. Y este mes nos ha fascinado un libro que editaron antes que ese, 'Tras esa montaña está la orilla', de Eva Cid. Una obra de ciencia ficción feminista.
Con una construcción minuciosa de un universo distópico en el que los humanos habitan dos planetas, uno habitado solo por mujeres y el otro en el que los hombres las someten a su voluntad, Eva Cid realiza una alegoría del feminismo tan lúcida como entretenida.
'Amigo', de Ana Merino
Lo maravilloso de este libro es la habilidad que ha tenido Ana Merino para mezclar una ficción muy bien trabajada sobre una profesora de literatura y poeta mexicana que se instala en la Residencia de Estudiantes de Madrid, con la realidad. Y lo que ocurrió realmente es que la autora tuvo la ocasión de estudiar y analizar unos documentos inéditos, clave para conocer unos años cruciales para nuestra literatura, los que preceden a la Guerra Civil, donde se encontraron los autores de la generación del 98, los de la del 14 y los de la del 27.
Joaquín Amigo nació en Granada, como Lorca y compartió con él aficiones y colaboraciones en revistas literarias. Su correspondencia y textos personales jamás se han visto, hasta ahora, que han pasado ante los ojos de Ana Merino. Pero ella, en vez de quedarse ahí, los ha convertido en la clave de una ficción cargada de verdad.