Es un auténtico funambulista. Lleva años viviendo, como él dice, "en el alambre". Intentando un equilibrio imposible entre dos vidas: la de exitoso líder de La Habitación Roja y la de padre de familia y enfermero en Noruega.
Y en este libro-recopilatorio, 'Canción de amor definitiva', Jorge Martí ha grabado las dos caras del disco que es su vida. "La portada tiene como un filtro rojo, conecta también con la pasión en un escenario de un festival y en la contra estoy ahí en casa con la nieve y la parca roja, ¿no? Al final yo soy las dos personas".
El Erasmus y la enfermedad
En 1996, una beca erasmus le llevó hasta estos fiordos noruegos y allí la conoció. "Creo que Ingrid es la gran casualidad de mi vida. No había vuelos low cost, no había internet, llamar por teléfono valía un montón de pasta y sin embargo, no sé, lo hicimos".
Desde hace años su mujer tiene fatiga crónica, una enfermedad degenerativa e incurable. "La enfermedad de mi mujer para mí es mi agujero en el bolsillo, mi piedra en el zapato... Hay gente que me dice que he perdido el brillo, la alegría. Todo lo que significa progresar en mi carrera significa alejarme de mi mujer, eso es algo que me ha marcado mucho".
Estrella de rock y enfermero
Para costear los tratamientos, Jorge empezó a trabajar de enfermero en un centro de Alzheimer y demencia en Noruega, justo cuando el grupo estaba en su mejor momento. "Estás viendo a tus amigos en España, viviendo la vida del músico y tú estás ahí, pero luego te vas y te pones a trabajar en algo tan duro como la enfermería con enfermedades degenerativas. He estado desdoblado. Siento un gran compromiso para con ellos y, por otro lado, siento un gran compromiso para con mi mujer y con mis hijas".
Una canción de amor definitiva, de amor a la música y a su familia, compuesta con una ilusión, indestructible.