Comienza a ser casualidad situar a Carlos Alcaraza la altura de los tres mejores tenistas de la historia. Esta práctica que puede resultar negativa para el murciano, es consecuencia de su gran nivel de forma y sus estadísticas dentro de la pista a sus 19 años.
El último en reflejar al actual número uno del mundo con Novak Djokovic, Rafa Nadal yRoger Federer ha sido Taylor Fritz, que cayó en cuartos de final del Masters 1000 de Miami contra el de El Palmar una dolorosa derrota y en rueda de prensa no tuvo más remedio que rendirse ante el tenista de moda.
El americano explicó que "resulta extraño ver un tenis tan desarrollado en alguien tan joven... te puede jugar de muchísimas maneras, y puede incorporar muchísimos planes de juego en función de qué rivales enfrente".
Carlos Alcaraz se sacó de la manga todo tipo de recursos que demostraban que tiene un nivel que se adapta a cualquier circunstancia. Este desarrollo de su juego agresivo, técnico y directo fue excesivo doblegó al número 9 del mundo: "Tiene muchísimas armas para ganar un partido", reveló.
Acto seguido, el estadounidense lo comparó con 'los tres tenores': "Diría que eso es algo que ninguno de estos tipos (Federer, Djokovic, Nadal) tuvo a una edad tan temprana", confesó, para después ensalzar su figura "Sentí que tenía más tiempo para respirar contra ellos (el Big 3) que en este partido", asumió.
El derrotado Fritz sufrió durante la hora y dieciocho minutos que duró el partido, y no tuvo opciones en ningún momento de imponerse sobre la pista. "Es imposible seguirle el ritmo", destacó.
"El nivel de los tres primeros juegos era absolutamente insoportable. Golpeaba 'winners' con limpieza como respuesta a saques de 177 km/h al cuerpo." ,dijo.
Las estadísticas del partido hablan por sí solas, pero Taylor Fritz reconoció su inferioridad alabando a Alcaraz con un lenguaje muy técnico: "Entró dentro de pista y destrozó los reveses cruzados, y él conseguía golpes ganadores de revés paralelo como respuesta", asumió". Es una cosa que te sobrepasa por completo", incidió.